top of page

EL PADRE NUESTRO

EL PADRE NUESTRO

Teniendo claro que Jesús vino a restaurar nuestra relación con Dios Padre, y a enseñarnos a comunicarnos nuevamente con Él; veamos la guía de oración que nos dejó.

 

En Mateo 6, versos 9 al 15, está la oración que probablemente más personas al rededor del mundo conocen y aún saben de memoria. El Padre Nuestro, ha sido usado como un rezo (una repetición) más que como una guía de oración.

 

Jesús en el verso 7 de ese mismo capítulo ya nos estaba diciendo que no solamente repitiéramos palabras, que nuestra oración o conversación no se volviera simple repetición. Entonces, necesitamos entender que esta oración que nos enseñó no es simplemente para repetirla sino para escudriñarla y usarla como una guía para nuestras conversaciones diarias con Dios.

 

Estudiaremos cada frase de esta oración como elementos básicos de la oración, y hoy estudiaremos las dos primeras frases:

"Padre nuestro que estás en los cielos; santificado sea tu nombre"

 

1. Padre nuestro que estás en los cielos:

 

"¡Tú, Señor, eres nuestro padre! Aunque Abrahán nos ignore, e Israel no nos reconozca, tú eres nuestro padre; ¡tu nombre siempre ha sido «Redentor nuestro»!" Isaías 63:16 RVC.

 

"Para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas, y a quien nosotros pertenecemos; y un solo Señor, Jesucristo, por medio de quien existen todas las cosas, incluso nosotros mismos." 1 Corintios 8:6 RVC.

 

"Pues ustedes no han recibido un espíritu que los esclavice nuevamente al miedo, sino que han recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!" Romanos 8:15 RVC.

 

Cada vez que nos acerquemos a hablar con Dios, lo primero que Él quiere es que lo reconozcas como tu Padre; no como un Dios que es solamente superior a ti y que está alejado. Te adoptó como Su hijo para que puedas decirle "Papá, papito", Su espíritu santo en ti da testimonio a tu espíritu de que has sido adoptado.

 

Entonces como primer elemento para incluir en tus oraciones diarias tenemos: Intimidad. Dios te ha hecho cercano a Él, y quiere hablarte como Padre a hijo. Decirle Papá cada vez que hables con Él, hará que cada vez más tu espíritu, alma y cuerpo crean esta verdad y la vivan día a día.

 

2. Santificado sea tu nombre:

 

"Escrito está: «Sean santos, porque yo soy santo.»" 1 Pedro 1:16 RVC

 

"Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas, y estaba lleno de ojos por fuera y por dentro. Día y noche no cesaban de decir: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.»" Apocalipsis 4:8 RVC

 

 

Sabemos que nuestro Dios es Santo, Él mismo lo dice en Su palabra. Pero "santificado" viene del verbo "santificar" y, santificar es, literalmente, "poner aparte para el uso o propósito especial", en sentido figurado "hacer santo o sagrado", y etimológicamente del verbo latino sanctificare que a su vez se deriva de sanctus "santo" y facere "hacer"

 

Entonces, como segundo elemento tenemos: Adoración.

 

Jesús nos enseñó a santificar el nombre de Dios, hacerlo santo con nuestras palabras, acciones; con nuestra vida. Y de eso se trata la adoración, de rendir honor y homenaje al Único que lo merece. Y en la vida eterna, cuando estemos con Él en el cielo, nos uniremos a los ángeles que lo único que hacen día y noche es adorarlo... ¡Hacer santo Su nombre!

 

Hoy estudiamos 2 elementos que Jesús nos enseñó para incluir en nuestras conversaciones diarias con Dios: Intimidad y adoración.

 

Mañana continuaremos estudiando esta guía de oración.

 

Que el Espíritu Santo de Dios te revele aún muchas cosas más, para que puedas gozar plenamente de una relación personal con tu Padre que está en los cielos.

bottom of page